martes, 15 de abril de 2014

24/03/2014

Hoy quiero comentar mi primera experiencia como profesora de español. Después de hacer la carrera de magisterio decidí cursar otros estudios por la UNED y tuve el dilema entre psicología o filología hispánica pero finalmente me decidí por la última, aunque tenía claro que sería para enseñar mi idioma en otro país.

Un día descubrí que el Ayuntamiento de mi ciudad participaba en un proyecto de estancia en diferentes Campos de trabajo internacionales durante el verano así que decidí inscribirme por si acaso tenía suerte; todo ello sin conocer las plazas ni los lugares a donde se podría ir.

Cuando pude ver los lugares de destino de los campos vi que había varios en Marruecos en los que el trabajo consistía en enseñar idiomas así que decidí que me vendría genial para coger experiencia. Afortunadamente pude elegir el sitio dónde quería ir (Casablanca, lo elegí por la película, pero nada que ver, luego me enteré que se rodó en América ¬ ¬).

Respecto a la experiencia, en general buena. Si bien es verdad que las condiciones del centro no acompañaban ya que no había fotocopiadora, ni ordenadores, ni Internet y tenía que trabajar con una pizarra que se caía a pedazos y en la que a duras penas se entendía lo que se escribía por estar usadísima por otra parte el apoyo, buen trato y cariño de los estudiantes lo compensó totalmente. Se puede decir que fui profesora y alumna y que es posible que aprendiera de ellos más que enseñé.

En definitiva fue una experiencia muy buena y que me animó a seguir en el camino de la enseñanza del español como lengua extranjera. Después, en septiembre, me aceptaron en el Máster y aquí es donde estoy ahora mismo.





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